Este jueves los niños de la Zona Central que participan en el Campus Sociodeportivo del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad realizaron en la jornada matutina entrenamientos, pruebas físicas y conocieron la filosofía y los principios del judo.
Todas las actividades se desarrollaron en el Estadio Nacional Jorge “Mágico” González, y se basaron en el trabajo en equipo y en lo táctico, en lo ofensivo y defensivo. Se enfocaron en generar situaciones de gol ante la portería, y en lo defensivo, realizaron dinámicas en el aprendizaje del marcaje y despeje en zonas de área.
De igual forma, los niños se sometieron a pruebas de evaluación de la condición física. En ese sentido, el español Pablo Malavé, formador de la Fundación LaLiga, quien junto a Javier Agenjo se encuentra a cargo de Campus, mencionó que “lo que se pretende es tener unos indicadores vinculados al ámbito de la salud y la condición física, lo que les permitirá manejar una muestra de lo que tenemos en los campus y contar con una idea general de lo que existe a nivel de proyecto, en las por ahora 59 escuelas”.
En tal sentido, Malavé explicó que tras la muestra que extraerán en los Campus van a saber cómo pueden intervenir en dichos aspectos. “Esto nos servirá para la elaboración de planes vinculados al ámbito de la salud, el medioambiente, el deportivo y el social, para generar una serie de dinámicas que complementen el ámbito deportivo, utilizando el fútbol como una herramienta para canalizar ese aprendizaje y la educación de los niños que forman parte de Campus”, detalló.
Malavé recuerda que el enfoque de LaLiga no solo es formar un jugador de fútbol, va más allá que eso, del tal manera que retomando las palabras de Pablo Aimar (exfutbolista y actual entrenador argentino), “el jugador es futbolista dos horas al día, el resto es hijo, es estudiante, es compañero de clase, es amigo”, por lo que agrega que “lo que queremos es inculcar valores que se transfieran al resto de ámbitos de sus vidas y que no solo se queden en el apartado futbolístico, que por supuesto, siempre queremos incentivarlo, pero nuestra prioridad son las 24 horas, no solo las dos de fútbol”, aclaró.
Lo que se ha visto en las tres semanas de trabajo, valora Malavé, es que se ha generado cambios en cada niño, que se ha propiciado convivencia entre aquellos que llegan de las diferentes academias y municipios.
“Hemos visto cambios, ha habido dinámicas diferentes por zonas, y al final, lo más importante es que hemos conseguido generar grupos de amigos entre los diferentes municipios, y cuando vayan a encontrarse en los convivios que se van a desarrollar tras pasar los años del programa, que tengan esa relación, incluso fuera de la actividad deportiva, pues se genera esa hermandad. Al final, eso es lo que buscamos”, aseguró.
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