Espectacular. Así fue, de principio a fin, la segunda edición de la Gala de los Premios E&G que organiza el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), una velada que transcurrió con un halo de distinción y exquisita solemnidad en el majestuoso Teatro Nacional.
Este evento, parte del Programa Esfuerzo y Gloria, honró a los atletas y selecciones que, con su dedicación incansable, alcanzaron la gloria en el transcurso del año que concluye.
Los atletas nominados, en un gesto elegante y simbólico, abandonaron sus habituales indumentarias deportivas para vestir trajes de gala, desfilando con gracia y elegancia por la imponente alfombra roja. La transformación fue asombrosa, mostrando una faceta glamorosa y sofisticada de aquellos a quienes estamos acostumbrados a ver en la acción deportiva.
Al Teatro Nacional acudieron algunos de ellos sin acompañantes, emulando la figura del héroe solitario que enfrenta sus desafíos con valentía. Otros, en cambio, compartieron este momento de gloria con sus respectivas parejas, exhibiendo el encuentro armonioso entre el amor y la dedicación al deporte. También hubo aquellos que optaron por la compañía de sus padres, estableciendo así un vínculo familiar que trasciende las hazañas deportivas.
También desfilaron por la alfombra roja dirigentes deportivos, funcionarios e invitados especiales, quienes le dieron realce al evento con su presencia.
Previo a su llegada al Teatro Nacional, los atletas se dieron cita al Palacio de los Deportes, donde se les hizo entrega de una medalla conmemorativa, que añadió un toque de distinción y reconocimiento a la noche. Estas medallas representan la excelencia en el esfuerzo y la gloria, una constante búsqueda de la perfección en sus respectivas disciplinas.
Precediendo la esperada ceremonia de premiación, los invitados disfrutaron de una recepción privada donde se forjaron lazos y se compartieron experiencias entre colegas del deporte. Un momento propicio para estrechar relaciones y reconocer la magnitud del esfuerzo mutuo.
Con nervios palpables, los atletas aguardaron el anuncio de los ganadores. El Teatro Nacional resonó con aplausos y vítores al revelarse los nombres de aquellos que se alzaron con los galardones. Los atletas disfrutaron la velada en el recinto de estilo renacentista y celebraron a todos los nominados como ganadores.
“Quiero felicitar a todos los nominados porque sé que cada uno de ellos ha puesto su máximo esfuerzo en la trinchera que les corresponde. Al final, todo se traduce en esfuerzo, disciplina, sacrificio; todos deben sentirse orgullosos, son ganadores, sigan trabajando de igual o mejor manera para estar siempre aquí”, dijo Rudis Gallo, técnico de la selección nacional de fútbol playa, que esta noche ganó el premio a la Selección Masculina del año.
Tras conocerse a los ganadores de la categoría Deportista del año en ambas ramas, la ceremonia se trasladó a la plaza Morazán, donde Herbert Aceituno e Ivonne Nóchez, destacados en parapowerlifting y patinaje, respectivamente, fueron galardonados con un Kia Sonet 2024 cada uno. Este gesto de reconocimiento adicional cerró la noche de manera majestuosa.
La velada concluyó con un despliegue de fuegos artificiales que iluminaron el cielo nocturno del Centro Histórico de la capital, marcando el fin de una noche mágica y memorable. En este escenario de esplendor y alegría, los deportistas reconocieron que, más allá de la competencia, el esfuerzo y la gloria se entrelazan para tejer historias de éxito y dedicación.
“Es un honor estar aquí, cuando uno compite afuera representa a todo El Salvador y este premio es para todos ustedes también”, dijo Herbert Aceituno, ganador de dos categorías: Deportista con discapacidad masculino y Deportista masculino del año.
