Entre música, risas y dinámicas se llevó a cabo el I Festival Deportivo del Programa Academias Deportivas Inclusivas (PROADI), donde 125 participantes aprendieron sobre la prevención de riesgos y desastres por medio de 10 estaciones de prácticas deportivas que se llevaron a cabo en el Complejo Deportivo Katya Miranda.
El evento fue desarrollado por el Área de Deporte Inclusivo del Departamento de Oportunidades del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), en coordinación con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO).
La cancha del Katya Miranda lució abarrotada con la presencia de los niños que asistieron en compañía de sus padres, quienes les ayudaron a realizar el circuito de estaciones comprendidas por competencia de armadillo, concurso de alquiler, ciclo de carretilla, rescate móvil, camilla de manta, kendo, rescate acuático, juego japonés, apagando fuego y carrera de obstáculos.
Entre los participantes se encontraba Jorge Rivera, que padece síndrome de Down, y lo acompañaba su abuelita, Margarita de Rivera, quien le ayudó a la hora de ejecutar la actividad de cada estación en las que disfrutó, se divirtió e hizo nuevos amigos.
“Mi nieto es un niño muy hiperactivo, él es bien alegre, juguetón, y esta actividad le sirve para interactuar con más niños. Agradezco al INDES por tomar en cuenta a las personas con discapacidad y por ayudarles a cambiar un poco su realidad”, comentó Margarita.
Durante el acto protocolario, Rafael Morán, jefe del Departamento de Oportunidades, entregó un reconocimiento al voluntario de JICA, Koichi Paku, por brindar por dos años su experiencia como especialista en educación física y sus conocimientos en el deporte para discapacitados.
“Me voy muy satisfecho de El Salvador porque en este tiempo que tengo de vivir en este país he aprendido sobre la disciplina de levantarme a las 5:00 a.m. porque los salvadoreños son muy trabajadores. El cariño y agradecimiento por todo lo que me brindaron. Vuelvo a mi país, Japón, con la idea de especializarme aún más en el deporte para discapacitados y así poder regresar para ayudar a más gente”, agregó Paku.
Morán, expresó también su agradecimiento a los voluntarios japoneses y al trabajo que realizan para ayudar en la inclusión de las personas con discapacidad.
“Quiero externar un pequeño saludo a cada uno de los voluntarios de Japón por ese amor con el que transmiten sus conocimientos y el tiempo extra que brindan. Me quedo con esa sensación muy grande de que Japón, en más de 50 años, sigue apoyando a El Salvador y queremos que lo sigan haciendo porque para nosotros es muy importante seguir aprendiendo de ustedes y, sin duda, seguir construyendo cosas muy importantes para nuestros niños y niñas”, finalizó.
