Iván Camargo ha dedicado su vida al mundo ecuestre y en la actualidad comparte sus conocimientos en diversas partes del mundo. Esta vez le llegó el turno a El Salvador, donde desde ayer hasta mañana, el brasileño desarrollará una Clínica de Salto organizada por la Federación Salvadoreña de Ecuestres (Fesades) en las instalaciones del Complejo Ecuestre San Andrés.
Originario de Curitiba, Brasil, comenzó a montar caballos a los 10 años, luego que un amigo de su padre lo invitara a una competencia oficial, ahí conoció el Centro Ecuestre de Paraná y desde ese momento quedó encantado por los caballos.
El brasileño pasó por todas las categorías, hasta formarse como un jinete internacional. Su primera yegua fue Lilly, una ejemplar con la que se coronó dos veces campeón infantil de Paraná, en 1977 y 1978. Su notoriedad en este deporte aumentó con el tiempo, y con Venus conquistó tres campeonatos juveniles, en 1979, 1980 y 1982. Luego, Camargo viajó a Europa para formarse de manera más profesional en esta disciplina.
Tras casi 50 años de carrera, Iván continúa siendo jinete profesional y al mismo tiempo es entrenador. En los últimos años, el brasileño ha llevado su conocimiento a varios rincones del planeta y hoy ha decidido compartirlo con los compatriotas de su amigo, Juan Bolaños, atleta del Programa Esfuerzo y Gloria del INDES.
“Es la primera vez que estoy acá en El Salvador. Desde hace años, Bolaños quería que viniera a dar esta charla, lo estábamos preparando desde hace mucho tiempo y me ayudó al igual que el presidente de la federación. Empezaremos un proceso para quitar el retraso en este deporte que quedó parado”, comentó Camargo.
El entrenador internacional cuenta con un extenso currículum. En su palmarés sobresalen cuatro títulos como campeón nacional de Brasil, finalista en Copa del Mundo de Ecuestres 1994, ganador de una liga sudamericana, participante de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, entrenador de las selecciones de Chile, Perú y Australia, así como también formador de atletas destacados. Este fin de semana busca aportar con su experiencia al desarrollo del ecuestre salvadoreño.
“Soy el que más aprende de todo esto, estoy ayudando a arreglar los problemas de otros, intentamos pasar a un sistema más moderno. Estamos ayudando a recuperar el tiempo a El Salvador, y pasar y enseñar toda mi experiencia”, agregó el entrenador.
Al mismo tiempo, Camargo se refirió al ecuestre como el deporte que es más similar a la vida, ya que para él la relación con el caballo le ha permitido desarrollar paciencia y perseverancia y por ello considera importante fomentar este deporte.
