Al final del juego en el que lograron su pase a los cuartos de final, los jugadores de Apulo terminaron fusionados en un abrazo con sus rivales, e incluso hicieron una oración juntos. Fue el momento que el goleador Jason Urbina derramó lágrimas ante el dramatismo que se vivió.
“Fueron lágrimas de emoción, el equipo venía con una gran presión como consecuencia de perder cuatro partidos empezando el torneo; el equipo se levantó, como dije, yo no vengo a pasear, yo vengo a clasificar, qué era lo primero”, dijo Urbina.
Debido a que formó parte de la Selecta playera que ganó el torneo eliminatorio en Costa Rica, el jugador de los peces de Apulo no participó en dos encuentros oficiales con su equipo, que logró recuperarse y llegar de forma dramática a los cuartos de final.
“Le dije a mi equipo, pondré de mi parte en el premundial, y así fue, y regresé con las mejores ganas de ayudar”, dijo Urbina, quien completó la fase de clasificación como máximo artillero de su equipo, igualado en el liderato de goleo con César Rivera, de Barra de Santiago, ambos con 27 anotaciones.
Urbina destacó que tenían enfrente a un gran rival, Universidad es un equipo al que siempre le hemos tenido respeto, igual que a los demás, pero a ellos, por ser de la capital, se le tiene un aprecio, un cariño grande, y aclaró que aunque tenían la ventaja en cuanto a goles a favor, no quisieron correr riesgos y salieron a ganar.
“Es una liga, es competencia, pero más allá de eso está la amistad, el compañerismo que hay de cada uno de los equipos, que es lo más importante”, dijo Urbina sobre lo sucedido al final del juego entre peces y pumas.
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