Moisés Ramírez, de nueve años de edad, fue uno de los más de 250 beneficiarios que participaron hoy en el primer Festival Deportivo Inclusivo 2023, desarrollado en el Complejo Deportivo Katya Miranda, de San Salvador.
Moisés fue diagnosticado con autismo y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) desde su nacimiento, por lo que su madre, Carmen Flores, desde hace tres años, ha encontrado un alivio para la vida de su hijo al incorporarse a la Escuela de Educación Especial de San Jacinto y el Programa de Academias Deportivas Inclusivas (PROADI).
“Desde que llegó a la Escuela de Educación Especial ha mejorado en el aspecto de coordinación, mejoró sus movimientos con las manos y entiende muchas cosas. A eso se le suma su incorporación al PROADI, que le está ayudando a evolucionar en el trabajo de aprendizaje y entendimiento, gracias a los ejercicios de estiramiento y los que son de correr o hacer actividades de coordinación”, indicó Flores.
Asimismo, la progenitora mencionó que observar cómo Moisés disfruta los festivales del PROADI le permite a ella pasar momentos amenos y de mucho esparcimiento, tomando en cuenta que al nacer le informaron que su pequeño no podría realizar actividades cotidianas.
“Sus articulaciones eran casi nulas, no se movía mucho y era una situación que ya nos habían dicho los médicos que atendieron mi parto, que fue de alto riesgo. Pero con cada evento y actividad en la que participa le veo una mejoría para seguir creciendo y mostrando que desea estar bien; mientras que a mí, me ayuda a confiar en que él será una persona independiente, tal vez no en un 100 por ciento”, manifestó Carmen.
Entre las actividades que más le divierten a Moisés se encuentran jugar a la pelota, correr y saltar conos, ejercicios que le han permitido a su madre conocer las capacidades de su hijo, quien al principio poco o nada se orientaba con las indicaciones que los maestros le brindaban.
“Le gusta jugar con la pelota, con la raqueta y cuando se le da la oportunidad de hacer natación, lo hace, porque sabe nadar. También le gusta saltar conos y es que hay muchas cosas en las que ahora se divierte. Al principio le costaba entender lo que el maestro le decía, como correr en una misma dirección, ahora lo hace y muy bien”, contó la madre entre lágrimas de emoción.
Carmen confirmó que la creación del Programa de Academias Deportivas Inclusivas vino a colaborar en gran medida para que las personas con discapacidad se incorporen a la sociedad, situación en años anteriores no se daba.
“Para nosotros ha sido algo muy importante la llegada del PROADI a nuestras vidas, porque ha incluido a las personas con discapacidad en esta sociedad que necesita de ellos también. Le agradecemos a las autoridades del INDES por pensar en este sector de los salvadoreños”, indicó la madre.
El evento fue organizado por el personal del Departamento de Deporte Inclusivo del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) y respaldado por Bienestar Social, así como por el voluntario de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), Koichi Paku.
La actividad contó con el apoyo de los paratletas David Pleitez, Neftalí Rosales y Ever Cruz, quienes forman parte de nuestro Programa Esfuerzo y Gloria.
