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Todo queda en familia

Terminaron la fase de clasificación de manera invicta, gracias a lo que consideran un trabajo de equipo, en el que la buena relación entre las integrantes muestra la hermandad con la que viven tanto dentro como fuera del campo.

Pero esa hermandad en la cancha va más allá para seis jugadoras del equipo femenino de la Barra de Santiago, pues en él conviven cuatro hermanas, Claudia, Fátima y las gemelas Alisson y Emely Pérez, y las también hermanas Cordero, Irma y Elvia.

“Desde que tenía unos 15 años juego fútbol, más que todo fútbol 11, cuando se desarrolló el fútbol playa empezamos en el equipo Los Limones, de la Barra de Santiago”, comentó Claudia, quien agregó que “quizás por el lugar donde vivimos el fútbol siempre ha sido nuestra pasión, y empezamos desde pequeñas”.

La jugadora, quien tiene una niña de ocho años, afirma que a veces su pareja  llega a apoyarla, ya que no siempre puede debido al trabajo que garantiza el bienestar de su hogar.

“Para nosotros (la Liga de Fútbol Playa) es un sueño hecho realidad, pues todo está muy bonito, muy organizado, me parece bien la iniciativa que ha tenido el INDES con respecto a apoyar el fútbol femenino, porque ya hacía falta”, explica Claudia, quien se dedica a “murrallar”, es decir, ayudar en la carga y descarga de las lanchas.

 Claudia, quien a diferencia de sus hermanas lleva el apellido Herrera, y no Pérez, comenta que siempre han jugado en el mismo equipo, Los Limones, donde tienen la oportunidad de alinear las cuatro, algo que en la Liga de Fútbol Playa aún no se ha dado, pues solo han coincido tres en el terreno de juego.

“Mi sueño siempre ha sido jugar en la selección, pero si no se puede, al menos ya tuve la experiencia de participar en un evento como este, que ya es de manera profesional, para mí ya es un logro”, explicó la jugadora, quien agregó que “cuando una es madre ya cuesta mucho más, porque uno tiene la responsabilidad de los hijos, estar pendiente de los estudios de ellos, mi desafío más grande ha sido tal vez sacar el tiempo para poder estar en los entrenos y en los partidos”.

Sin embargo, quien sí ya ha sido figura en la selecta de playa femenina es Fátima, quien se desempeña como pívot, y quien disfruta al máximo poder contar con sus hermanas en el equipo.

“Es algo bonito, algo maravilloso, porque podemos compartir el amor de hermanas y el amor al fútbol, me llena de mucha alegría poder tener a mis hermanas en el mismo equipo”, dijo la pívot.

Ante la ausencia de su madre, y con su hermana mayor, Claudia, con su propio hogar, Fátima  retomó la responsabilidad de cuidar a sus hermanas menores y encargarse de las tareas de la casa, para luego llevarlas a entrenar para preparar los juegos en la Liga de Fútbol Playa.

“La Liga le va a abrir puertas a muchas chicas, creo que esto va a servir para que salgan más talentos para que puedan llegar a la selección, igual a mis hermanas les digo que luchen, que pueden estar también en la selección”, y por qué no, aspirar a  jugar en el extranjero, como en su caso, ya que ha sido contactada por un equipo de Los Ángeles que está interesado en su capacidad goleadora.

Anotar y atajar

Las hermanas Cordero, en tanto, la experiencia de jugar juntas la han tenido en cada juego, ya que Irma es una titular indiscutible, mientras que Elvia se alterna la portería con Karla Argumedo, con quien ya figuró en la Selecta femenina, siempre al lado de su hermana.

“Para mí es un privilegio jugar al fútbol, no tengo mucho tiempo de practicar en la portería, había jugado adentro desde los 12 años, y la verdad me encantó la portería y me gusta mucho compartir esto con mi hermana”, comentó Elvia.

Para Irma, quien se desempeña en la posición de ala, su llegada al fútbol fue de casualidad, ya que no lo practicaba, pero se involucró totalmente, lo que le permitió representar a El Salvador.

“Me siento bien jugando con ella, porque es portera, así que juego casi a la par de ella, defendiendo y cuidando la portería. Es un honor andar con mi hermana, que es mayor que yo (sonríe), y me siento orgullosa porque las dos ponemos nuestro mayor esfuerzo para sacar adelante a nuestro equipo”, dijo Irma.

Elvia trabaja como “murrallera”, y hay días en los que vende minutas junto a su hermana, además labora  en el mercado para apoyar a su mamá, a quien le ayuda a ralear (cortar) el pescado para secar.

Publicado el 02-07-2021.

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